Permite que sea yo la que marque el ritmo por una vez, dejémonos de
convencionalismos y limítate a seguirme los pasos. Tú
mientras aprovecha
para romperme los límites, acaba con cualquier ínfima
distancia que se esté
imponiendo entre nosotros, invádeme por un rato o por un
siempre. Tócame
con mis manos, juguemos a intercambiarnos las razones y hagamos
que no
haya solo un vencedor, que si tú ganas es imposible que yo pierda y si
te
pierdes, te iré a encontrar a donde sea necesario.
Olvidémonos
de todo y seamos nosotros dos nuestra única excepción.
Nosotros, un ritmo, muchas ganas acumuladas,
barra libre de risas, kilos de
besos, caricias al por mayor y dos copas de buen
vino.




No hay comentarios:
Publicar un comentario