Ahogado en llanto me acerque a la orilla de tu vida.
Vi sobre el agua el
reflejo de mi rostro empapado en lágrimas, queriendo ahogarlas en tu recuerdo.
Sumergí mis manos con
la intensión de lavar mi rostro, y sentí que tus manos tomaron las mías, Me
hundí en la profundidad de tu sentimiento apasionado.
Danzamos entre
burbujas, hasta que un tibio beso tuyo tomo mi boca, como aquellos que
coronábamos en cada amanecer.
La Danza del
sentimiento infinito iba coronado nuestra enredadera de pasiones.
Arrecife de corales y
sirenas anillaban nuestro sueño eterno, haciéndonos brillar desde la luz de
nuestras miradas.
Sentí tu perfume.
Oyendo el suave sonido
de tus gemidos, palpando delicadamente la suave tersura de tu piel desnuda.
Nos perdimos en la
profundidad de mi recuerdo, con la intención de no despertar jamás.
Y mis ojos se cerraron,
tratando de perpetuar la última flama de tu presencia.
Pero desperté!,
desperté encaramado en la rama de tu olvido, navegando errante a la deriva de
tu ausencia.
Como desearía que en
aquel extremo de mi derrotero, pueda encontrarme en la estrepitosa cascada de
tu despertar.
Y prometo, si tú
despiertas, yo volveré a vivir.
Un Maravilloso poema de un queridísimo amigo, Hugo Baires
Muchas gracias, por tu talento y amistad
Se te quiere mucho!!! Y se extraña mucho y te voy a colocar la música que baje y tanto te
gustaba y agregaste tu voz
Pili



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